domingo, 26 de enero de 2014

25 aniversario de la muerte de Salvador Dalí.


El 23 de enero de hace 25 años, a la edad de 84 años, fallecía como consecuencia de un paro cardíaco uno de los artistas españoles más universales del siglo XX: Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech (Figueras, 11 de mayo de 1904 – ibídem, 23 de enero de 1989). El cuerpo embalsamado descansa bajo la cúpula geodésica de su teatro museo en Figueras.





 Salvador Dalí. Autorretrato con cuello rafaelesco, 1921. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres

Pensador, escritor y creador de una particular visión del mundo, fascina a personas de todas las generaciones. Muestra de ello es el enorme éxito que tuvo la exposición Dalí, Todas las sugerencias poéticas y todas las posibilidades plásticas que atrajo al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid a cientos de miles de admiradores del artista catalán. Todo un blockbuster dentro del programa expositivo madrileño del 2013.

Su pintura, como diria el historiador Ernst Gombrich en su Historia del Arte, imita la mágica confusión de nuestros sueños. Mezcla fragmentos insólitos e incoherentes del mundo real, pintados con una exactitud pormenorizada creando la sensación obsesiva de que debe existir algún sentido en esta aparente locura.

Ese aspecto de "locura", siempre tan asociado a la figura de Dalí, es probable que sea uno de los más controvertidos en torno al personaje que el mismo se encargó de construir y difundir como si de un relaciones públicas, showman mediático y agitador de masas se tratara. Por mi parte no creo que su talento se deba a los transtornos psicóticos, pero no me gustaría dejar pasar la oportunidad para traer a colación un aforismo de Séneca que siempre me ha hecho mucha gracia: nunca hubo un gran talento sin un punto de locura. Creo que lo mejor será trazar unas breves notas sobre su biografía para entender quién fue Dalí.

Nació en el seno de una familia adinerada catalana, conservadora aunque abierta a las inquietudes culturales. Desde pequeño mostró un interés especial hacia el dibujo y la pintura, tomando como inspiración a los grandes artistas de todos los tiempos: Velázquez, El Greco, Goya, Durero, Leonardo da Vinci o Miguel Ángel. 




 Salvador Dalí. Muchacha en la ventana, 1925, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.

En 1922 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, instalándose en la conocida Residencia de Estudiantes, donde entabló amistad con Luis Buñuel y Federico García Lorca. Al mismo tiempo se forma en la llamada Academia Libre de Julio Moisés, conociendo a Benjamín Palencia, Francisco Bores o Maruja Mallo, otros grandes artistas de la vanguardia española del primer tercio del siglo XX. Durante esos años experimentó con diferentes técnicas y estilos que conocía a través de las revistas de arte europeas, con obras tan destacadas como la Muchacha en la ventana.

En 1926 es expulsado de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Comprende que sus profesores ya no pueden enseñarle más e inicia un periplo por diferentes países europeos. En los Países Bajos se empapa de los primitivos flamencos y de la obra de su admirado Vermeer de Delft, y en Francia recala en París donde conoce a Picasso y se reencuentra con Buñuel y Francisco Bores. Los siguientes dos años estrechará su colaboración con Lorca a través de escenografías para obras de teatro, e incluso el poeta le dedica una oda, pero Dalí tacha al granadino de poco moderno y folclorista.



 Salvador Dalí. Visage du Grand Masturbateur (Rostro del Gran Masturbador), 1929. Pintura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Comenza una época de pura experientación artística, con materiales extraños en un lienzo como el corcho o la arena, rozando la abstracción y en un claro manifiesto rupturista en contra de la tradición más reaccionaria. Será en 1929, gracias a su amigo Joan Miró, cuando entra en contacto con el movimiento surrealista, grupo liderado por André Breton.



 Salvador Dali. La persistencia de la memoria,  1931. Museo de Arte Moderno de Nueva York, Nueva York, Estados Unidos

A partir de ese momento explota su creatividad en obras como la primera película surrealista "Un perro andaluz" junto a su amigo Buñuel. Amplía los límites del movimiento con su conocido método paranoico-crítico (un mecanismo de transformación y subversión de la realidad, posibilitando que la interpretación final de una obra dependiera totalmente de la voluntad del espectador)  y su aplicación de las ideas de Sigmund Freud desarrollando todas las posibilidades plásticas y artisticas del inconsciente como inspiración poética. Pronto comenzó a obsesionarse en torno al cuadro El Ángelus (1857-59) de Jean-François Millet -que llegó a describir como la "obra pictórica más rica en pensamientos inconscientes que jamás ha existido"- donde este método alcanza su máxima expresión. En su proceso de interpretación de este motivo, Dalí lo dotará de connotaciones eróticas más o menos explícitas, como ocurre también con la mayoría del resto de su producción.

(Izq.) Jean-François Millet, El Ángelus, 1857-59. Pintura, Museo de Orsay, París. 
(Der.) Salvador Dalí. Ángelus arquitectónico de Millet, 1933. Pintura,  Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.

Al poco tiempo aparece en su vida su gran compañera y musa, la rusa Helena Diakonoff, que a pasado a la historia como Gala, por aquel entonces esposa del poeta Paul Eluard. Dalí estaba inmerso en su propia promoción artística, entablando relaciones con galeristas parisinos, tentando el mercado estadounidense y colaborando con artistas como Man Ray o su amigo Buñuel. A medida que su fama crecía, se iba convirtiendo en un personaje incómodo para el grupo surrealista, hasta que en 1941 se desmarcaron de su figura tildándole de retórico y academicista.



Salvador Dalí. Geopoliticus Child Watching the Birth of the New Man, 1943. Salvador Dalí Museum, Saint Petersburg , Florida

La fama de Dalí crecía como la espuma, y su expulsión del grupo surrealista no le impidió seguir colaborando con multitud de artistas tan dispares como Hitchcock o Walt Disney, e incluso diseñando decorados para ballet y obras de teatro. Su creatividad siempre explosiva choca con sus controvertidas declaraciones, como su apoyo al régimen franquista a su regreso a España en 1948.

Con la llegada de la democracia a España se multiplicaron los reconocimientos nacionales e internacionales, la sucesión de retrospectivas de su obras y el interés por la figura de un ya anciano aunque muy lúcido Dalí. Pero fue la muerte de su amada Gala en 1982 lo que le hizo replegarse en sí mismo y reducir notablemente sus apariciones públicas. Su legado, hoy día visible en el Museo Reina Sofía, junto con el Teatro Museo de Figueras, fueron sus dos últimas aportaciones para el disfrute de su obra por parte de todos nosotros.

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