Pedro Pablo Rubens y Frans Snyders. Prometeo encadenado, 1611-18, óleo sobre lienzo, Philadelphia Museum of Art, Adquirida con el W. P. Wilstach Fund, 1950.
Ayer se inauguró una de las exposiciones más interesantes de este año que podremos ver en el Museo del Prado. Además esta tarde he podido asistir a la conferencia impartida por el comisario de la muestra Miguel Falomir (jefe del
departamento de pintura italiana y francesa del Museo y autor del
catálogo que la acompañará), que compartiré con vosotros en esta entrada.
La exhibición es un pequeño pero intenso recorrido desde Renacimiento al Barroco con el asunto de las Furias como hilo conductor y nexo artístico. Ilustran el nacimiento, auge y ocaso de un tema mitológico fundamental en la historia del arte occidental a través de una veintena de obras de artistas italianos, flamencos, holandeses y españoles, entre los que figuran Tiziano, Miguel Ángel, Cornelis van Haarlem, Rubens, Ribera, Salvator Rossa o Langhetti. Pero ¿Qué entendemos por Furia?
Según la RAE, el significado de Furia es:La exhibición es un pequeño pero intenso recorrido desde Renacimiento al Barroco con el asunto de las Furias como hilo conductor y nexo artístico. Ilustran el nacimiento, auge y ocaso de un tema mitológico fundamental en la historia del arte occidental a través de una veintena de obras de artistas italianos, flamencos, holandeses y españoles, entre los que figuran Tiziano, Miguel Ángel, Cornelis van Haarlem, Rubens, Ribera, Salvator Rossa o Langhetti. Pero ¿Qué entendemos por Furia?
furia.
(Del lat. furĭa).
7. f. Mit. Cada una de las tres divinidades infernales en que se personificaban la venganza o los remordimientos.
Agesandro, Atenodoro y Polidoro, El Laocoonte y sus hijos, 50 d.C., Museos Vaticanos, Roma.
El grupo escultórico del Laocoonte podría aceptar con facilidad muchas de las definiciones de furia. Desde luego muestra una violenta agitación de una cosa inanimada, de gran intensidad, por lo álgido del momento trágico y doloroso. Sin duda es la fuente de inspiración declarada de muchos de los artistas presentes en la exposición, el exemplum doloris por excelencia que menciona Miguel Falomir, y es por ello que una copia de la famosa obra ocupa el lugar central de la muestra, alrededor de la cuál orbitan el resto de piezas.
Entre las obras más destacadas me gustaría mencionar a Tiziano. Como a estas alturas habréis apreciado dada la cantidad de veces que lo menciono en este blog, es uno de mis artistas favoritos y no quiero dejar pasar la oportunidad para profundizar un poco más en su magnífica obra. Para la exhibición se han seleccionado los lienzos que perviven del encargo que María de Hungría, hermana de Carlos V y gobernadora de los Países Bajos, realizó a Tiziano en 1548. El trasfondo era simbolizar a los principes alemanes derrotados que se habían rebelado contra Carlos V. Mostraban a Ticio, Sísifo, Tántalo e Ixión, cuatro de los condenados a torturas eternas por sus ofensas a los dioses. De esas cuatro grandes obras solo Tício (en este caso una réplica tardía del propio Tiziano) y Sísifo, conservadas en el Prado, han llegado hasta nuestros días.
Maria de Hungría traslada el significado político que tradicionalmente se atribuía a los gigantes en las gigantomaquias, la rebelión de los gigantes contra los dioses, el caos contra el orden, un asunto usado por emperadores romanos como Augusto y por Carlos V como nuevo Júpiter.
Maria de Hungría traslada el significado político que tradicionalmente se atribuía a los gigantes en las gigantomaquias, la rebelión de los gigantes contra los dioses, el caos contra el orden, un asunto usado por emperadores romanos como Augusto y por Carlos V como nuevo Júpiter.
Tiziano Vecellio, Ticio, 1565, óleo sobre lienzo, Museo Nacional del Prado.
La historia de Ticio habla de una sentencia a sufrir que un buitre devore perpetuamente su hígado por la violación de la diosa Latona. Lo curioso es que el veneciano cambia el buitre por un águila. Algunas fuentes aluden a la influencia de Miguel Ángel y su grabado el Castigo de Ticio, pero yo me inclino a pensar que más bien parece una metáfora de los acontecimientos que motivaron el encargo. En este caso sería un reflejo del emperador venciendo a sus enemigos, pues un año antes del encargo, en 1547, derrotó a los príncipes alemanes que se posicionaron en su contra. Además no olvidemos que el águila es el animal apotropáico por excelencia de la casa de los Austria.
Tiziano, Sísifo . Óleo sobre lienzo, 237 x 216 cm, 1548 - 1549, Madrid, Museo Nacional del Prado
Sísifo por su parte, fue condenado a cargar con una roca cuesta arriba para toda la eternidad por haber revelado a Asopo que Zeus había raptado a su hija Egina. Es considerado a veces como el verdadero padre de Ulises. Cuando se quiere menospreciar a Ulises y la nobleza de su liaje, se recurre a esa unión entre Sísifo y Anticlea y a la compra-adopción del niño por Laertes.
Es curioso cómo en España las Furias se conocieron como los cuatro moradores del Hades grecolatino: Ticio, Sísifo, Tántalo e Ixion. En realidad, en la mitología eran tres genios femeninos de terrible aspecto como personificaciones de la ira y la venganza. Se denominan Furias a los cuatro personajes anteriormente mencionados, porque las obras de Tiziano se situaron en las alcobas privadas de Felipe II, en la que se dió a conocer como Sala de las Furias. Esa denominación fue tomada por los historiadores y continuada hasta la actualidad.
Durante la Antigüedad su iconografía era muy pobre. La ausencia hace que la escultura clásica sea el referente fundamental, como, por ejemplo, el Galo Caido, el Torso Belvedere, y el fundamental y ya mencionado Laocoonte. Este último conjunto escultórico fue encontrao en Roma en 1506 y desde ese mismo momento se convirtió en un Exemplum Artis, al ser una obra de arte suprema, y en un Exemplum Doloris, al convertirse en el paradigma de la transmisión del dolor.
El asunto es una invención del Renacimiento, en concreto su nacimiento se fecha en el año 1548 en el encargo de María de Hungría a Tiziano. Aún así, existe algún precedente como una edición veneciana de las Metamorfosis de Ovidio de 1497.
De los cuatro grandes condenados, el único con una cierta continuidad artística era Ticio, como muestra el dibujo que regaló Miguel Ángel a su amante Tommaso dei Cavalieri, a quien también entregó el dibujo perdido que representaba el rapto de Ganímedes. Se interpreta a Ticio como la indefensión del amor no correspondido y el rapto como la ascensión del alma liberada de sus ataduras pasionales. En el dorso del dibujo de Ticio definió su silueta, la giró 90 grados y la convirtió en un Cristo resucitado. Esto demuestra cómo determinadas formas van adquiriendo un significado distinto.
Es curioso cómo en España las Furias se conocieron como los cuatro moradores del Hades grecolatino: Ticio, Sísifo, Tántalo e Ixion. En realidad, en la mitología eran tres genios femeninos de terrible aspecto como personificaciones de la ira y la venganza. Se denominan Furias a los cuatro personajes anteriormente mencionados, porque las obras de Tiziano se situaron en las alcobas privadas de Felipe II, en la que se dió a conocer como Sala de las Furias. Esa denominación fue tomada por los historiadores y continuada hasta la actualidad.
Durante la Antigüedad su iconografía era muy pobre. La ausencia hace que la escultura clásica sea el referente fundamental, como, por ejemplo, el Galo Caido, el Torso Belvedere, y el fundamental y ya mencionado Laocoonte. Este último conjunto escultórico fue encontrao en Roma en 1506 y desde ese mismo momento se convirtió en un Exemplum Artis, al ser una obra de arte suprema, y en un Exemplum Doloris, al convertirse en el paradigma de la transmisión del dolor.
El asunto es una invención del Renacimiento, en concreto su nacimiento se fecha en el año 1548 en el encargo de María de Hungría a Tiziano. Aún así, existe algún precedente como una edición veneciana de las Metamorfosis de Ovidio de 1497.
Miguel Ángel Buonarroti, Ticio , Tiza, 33 x 19 cm, 1532, Londres, Royal Collection Trust / ©Her Majesty Queen Elizabeth II 2014
De los cuatro grandes condenados, el único con una cierta continuidad artística era Ticio, como muestra el dibujo que regaló Miguel Ángel a su amante Tommaso dei Cavalieri, a quien también entregó el dibujo perdido que representaba el rapto de Ganímedes. Se interpreta a Ticio como la indefensión del amor no correspondido y el rapto como la ascensión del alma liberada de sus ataduras pasionales. En el dorso del dibujo de Ticio definió su silueta, la giró 90 grados y la convirtió en un Cristo resucitado. Esto demuestra cómo determinadas formas van adquiriendo un significado distinto.
El dibujo fue grabado en torno a 1540 por Nicolas Beatrizet, que imaginó un Hades poblado de ruinas clásicas, en concreto del Foro de Nerva. La obra del pintor vallisoletano Gregorio Martinez se inspiró en ese grabado. Se trata de un lienzo especialmente interesante por ser una de las pocas obras mitológicas del Renacimiento español además del ingenioso e imaginativo uso de una estampa frente al uso servil que hicieron muchos artistas del Renacimiento y Barroco español. En la obra de Martinez el ave ha perforado la piel, aflorando pequeñas gotas de sangre, que junto con el giro de la cabeza otorga un mayor dramatismo a la obra.
La intencionalidad política inicial del asunto de las Furias se fue diluyendo con el tiempo. El éxito inmediato de este tema en los Países Bajos se debe a que se enfatizan otros significados asociados con ellas: es un vehículo privilegiado para la representación de la dificultad formal y del estado de ánimo (en concreto del que mayor complejidad entraña, el dolor). Se trata de una demostración de la valía de artistas como Coxcie o Marteen van Heemskerck (ambos conocieron las obras de Tiziano) y que influyeron en el entorno de la academia de Haarlem donde transmitieron su idea de arte miguelangelesco de segunda mano. Los grabados de Goltzius sobre diseños de Cornelisz van Haarlem quizás son el grado máximo que alcanza este estilo de escorzos imposibles y anatomías hipertrofiadas.
- José de Ribera, Ticio, 1632, Óleo sobre lienzo, 227 x 301 cm., Madrid, Museo Nacional del Prado
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