Alma-Tadema, Lawrence, Las rosas de Heliogábalo, 1888, óleo sobre lienzo, Colección Pérez Simón, México.
Hace unos años en el Museo del Prado tuvimos la oportunidad de disfrutar de algunas de las piezas maestras de arte victoriano que atesora el Museo de Ponce de Puerto Rico. En esta ocasión, recala en Madrid otra de las destacadas colecciones privadas latinoamericanas de arte inglés del XIX: la Colección Pérez Simón.
La colección es una de las más importantes a nivel mundial. Sus fondos integran obras que abarcan desde el Renacimiento italiano hasta la actualidad. Atesora obras de excepcional calidad de maestros de la pintura española como Juan Pantoja de la Cruz, Murillo, José de Ribera, Goya, Darío de Regoyos, Sorolla, Zuloaga, Picasso, Dali, e incluso artistas contemporáneos de la talla de Miquel Barceló, Tàpies, Antonio Saura y Edurado Arroyo.
Alma-Tadema, Lawrence, Su mirada y sus pensamientos se encuentran en la lejanía, 1897, óleo sobre lienzo, Colección Pérez Simón, México.
La muestra del Thyssen aborda las obras maestras del arte victoriano, reflejo del interés de Juan Antonio Pérez Simón por el arte inglés del siglo XIX (curiosamente asturiano de nacimiento (1941) y amigo y socio de Carlos Slim, otro de los grandes coleccionistas mexicanos). Se trata de un pequeña aunque exquisita selección de cuadros que ejemplifican el nivel alcanzado por el arte victoriano. Entre las creaciones más notables destacan las de Edward Burne-Jones, Lawrence Alma-Tadema, Albert Joseph More, Frederic Leighton, Dante Gabriel Rossetti, John Melhuish Strudwick, John William Waterhouse y John Everett Millais. Sin lugar a dudas estos nombres forman uno de los ejes centrales de la colección Pérez Simón y la que más atención ha captado en el mundo del arte.
Leighton, Frederic, Muchachas griegas recogiendo guijarros, 1871, Colección Pérez Simón, México.
La muestra ha pasado con anterioridad por París y Roma. Recala en la institución madrileña con la intención de invitar al público a descubrir la sensualidad esteticista de una corriente pictórica poco representada en las colecciones españolas. Artistas que en sus producciones visuales se enfrentaron a una potente corriente moralizante, que invadía a la sociedad inglesa de la época, a través del desnudo, la vuelta a la Antigüedad clásica, el ornato suntuoso de los espacios representados y las referencias medievales heredadas de los prerrafaelitas.
La exposición incluye una de las obras maestras del arte inglés que, curiosamente, se encuentra en manos privadas; se trata del cuadro con el que iniciaba esta entrada: Las rosas de Heliogábalo. Obra de Alma-Tadema, representa un episodio de la vida de Heliogábalo (emperador de la dinastía Severa (204-22) probablemente inventado. El asunto narra el intento de asfixia por parte del emperador a sus confiados invitados usando pétalos de rosas que caen desde los paneles del falso techo. Es posible que se inspirara en una historia similar que aparece en las biografía de Nerón o en un falso techo también mencionado en la casa de Trimalción en El Satiricón de Petronio.
Moore, Albert Joseph, El cuarteto, 1869, óleo sobre lienzo, Colección Perez Simón, México.
Sir Lawrence Alma-Tadema (Dronryp, Holanda, 1836-Londres 1912) es el foco de atracción principal de esta muestra. Este pintor, de origen holandés y formado en la Academia de Bellas Artes de Amberes, aglutina en su obra la esencia de la pintura victoriana de estética clasicista. Sus obras sobre asuntos de la vida cotidiana de la Antigüedad clásica, adaptadas a los gustos de las élites londinenses de su época, fueron de un éxito abrumador en la Inglaterra del XIX. No se limitó a demostrar sobre el lienzo su erudición respecto a la arqueología, la arquitectura y, en general, hacia el arte griego y romano, sino que incorporó este estilo a su forma de vida, decorando sus residencias londinenses como auténticos palacios pompeyanos.
Alma-Tadema, Lawrence, Escena Pompeyana (la siesta), 1868, óleo sobre lienzo, Museo Nacional del Prado, Madrid.
La influencia de Alma-Tadema traspasó el mundo pictórico llegando a las puertas de Hollywood, en concreto podemos ver su estilo en obras de directores como David W. Griffith y Cecil B. DeMille. En España son muy escasas las obras que podemos disfrutar de Alma-Tadema, siendo la Escena Pompeyana (la siesta) expuesta en el Prado en las salas de arte del XIX, una de las más notables. Pintada a modo de friso, recuerda al estilo de la cerámica de figuras rojas, y se inspira en la Hélade romántica de los parnasianos. Es una visión poética y hedonista, en este caso una escena homoerótica en la que un anciano, tal vez un maestro, y su discípulo, disfrutan, bajo la protección de Venus, de la música que extrae de la flauta una bella joven.
Poynter, Edward, Andrómeda, 1869, Colección Pérez Simón, México.
Soy una apasionada del arte de Alma-Tadema y también de otros pintores que aparecen en este artículo, como el prerrafaelita Frederic Leighton (justo acabo de publicar en la comunidad "Arte", donde he visto el enlace a este post, un poema de mi autoría ilustrado con la foto de una obra suya), Albert Moore o Edward John Poynter. Me ha encantado esta entrada, gracias por compartirla. Saludos.
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