domingo, 8 de diciembre de 2013

De El Bosco a Tiziano. Arte y maravilla en El Escorial. 17 septiembre 2013 - 12 enero 2014.

 El Bosco, Cristo coronado de espinas, primer cuarto del s. XVI, Patrimonio Nacional, Monasterio de El Escorial.

Patrimonio Nacional (con la colaboración de la National Gallery de Londres, de la National Gallery de Irlanda, del Museo del Louvre y de la Biblioteca Nacional de España) organiza una magna exposición que celebra el 450 aniversario de la colocación de la primera piedra de la gran obra del Renacimiento español: el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.



Los Libros de entregas, a modo de libros de registro en los que se anotaba la llegada de las obras propiedad del rey, han servido para reconstruir con la mayor precisión posible qué obras estuvieron presentes en el conjunto monástico. Se trata de un trabajo científico de primerísimo orden necesario para poder llevar a buen puerto el proyecto expositivo.

El Palacio Real de Madrid acoge la exhibición de 155 obras de pintura, escultura y artes decorativas, distribuidas en diez salas, que fueron destinadas al ornato de la llamada "Octava maravilla del mundo" durante el siglo XVI. El visitante podrá deleitarse con creaciones de artistas de la talla de El Bosco, Tiziano, Patinir, Navarrete “el Mudo”, Alonso Sánchez Coello, Antonio Moro, Gerard David o Bernard Van Orley.


Juan Patoja de la cruz, Grupo orante de Felipe II y su familia, 1599, Patrimonio Nacional.

La presencia de piezas de semejante calidad entre las paredes del monasterio, convirtieron el sueño (y obsesión) de Felipe II en una suerte de museo renacentista contra el que sólo podían competir las colecciones artísticas de la corte papal. Se trata de una obra cuidada al máximo tanto en su arquitectura como en su ornato, pues debía transmitir la concepción de una nueva "Ciudad de Dios" formulada mediante una arquitectura de geometría sencilla inspirada en las formas del clasicismo romano y sus ruinas. Destaca sobremanera la presencia constante de símbolos de la dinastía de los Habsburgo y de Carlos I, padre del rey y cuya importancia es capital para comprender el proyecto de Felipe II, pues El Escorial es el gran panteón familiar y símbolo para la posteridad del poder de su casa.
Talleres milaneses, Arqueta de Isabel Clara Eugenia, último tercio del s. XIX, plata sobredorada, oro, piedras preciosas, piedras duras y cristal tallado, Patrimonio Nacional.

En tiempos convulsos para el catolicismo en Europa, El Escorial también se convirtió en el refugio de reliquias de todo tipo que fueron traídas desde los confines del reino, tal y como relata el padre Sigüenza en sus crónicas del monasterio. La acumulación de reliquias y su riqueza convertirían al monasterio en el lugar más sagrado de la cristiandad, combinando obras de gran formato con otras más pequeñas destinadas a la devoción privada del piadoso rey español.


Tiziano Vecellio, Martirio de San Lorenzo, 1564-1567, Patrimonio Nacional, Monasterio de El Escorial.

Pero entre todas las maravillas litúrgicas, artísticas y documentales que podemos encontrar en las distintas salas de esta exposición, destaca la reunión en un mismo espacio, después de casi dos siglos, de tres grandes lienzos del artista veneciano predilecto de Felipe II, Tiziano Vecellio. Estas obras estaban destinadas a la Iglesia de prestado de El Escorial, y los asuntos que en ellas se tratan son los siguientes: El Martirio de San Lorenzo, La Adoración de los Reyes y El Entierro de Cristo.

Michiel Coxcie, La entrada de los animales en el arca de Noé, cartón para tapíz, siglo XVI, Patrimonio Nacional.

Sin lugar a dudas, el mero hecho de contemplar  las obras anteriormente mencionadas ya justificaría la asistencia a esta exposición, pero sería injusto no mencionar el lugar de honor que ocupa en la exhibición, como así lo hizo en el proyecto escurialense, la pintura flamenca. De todos es sabido el gusto del rey por el arte del norte, que se hace visible en un monumental cartón para tapiz realizado en temple y acuarela por  Michiel de Coxcie, que representa la entrada de los animales en el arca de Noé (recientemente restaurado por Patrimonio Nacional) y los magníficos ejemplos del buen hacer de El Bosco y Patinir.

Vista aérea del Monasterio de El Escorial, San Lorenzo de El Escorial, Madrid.

Un complemento ideal a la visita sería realizar una escapada a uno de los pueblos con más encanto de la sierra oeste madrileña: San Lorenzo de El Escorial (con la entrada de la exposición se incluye la del Monasterio de El Escorial). Para quien ya lo conozcan sobran los comentarios, pero aquellos que estén de paso por Madrid, se encontrarán con uno de los conjuntos monumentales más impresionantes de toda Europa, además de una gastronomía digna de mención. Para presupuestos holgados recomiendo Charolés o la Genara, y para bolsillos exiguos como el mío, al menos un típico chocolate con picatostes en el Miranda-Suizo, que ya es época y seguro que apetece.

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