La sala de exposiciones de la sede madrileña de la Fundación Mapfre, en colaboración con el Museo D´Orsay y el museo L´Orangiere de París organizan esta muestra que explora un movimiento hasta ahora muy poco conocido en nuestro país. es la primera exposición que aborda de manera autónoma el movimiento del realismo impresionista italiano conocido como los macchiaioli.
Giovanni Fatori, De guardia, 1861, Fondazione Progetto Marzotto, Trissino.
De manera extraordinaria se reunen una centena de obras procedentes de las más importantes colecciones italianas, tanto públicas como privadas, entre las que destacan la Galleria d’Arte Moderna del Palazzo Pitti, la Galleria Nazionale d’Arte Moderna de Roma, Galleria d´Arte Moderna de Milán, la Fondazione Musei Civici di Venezia, la Galleria Internazionale d´Arte Moderna di Ca’Pesaro de Venecia, el Museo Civico Giovanni Fattori, de Livorno y el Istituto Matteucci de Viareggio, entre otras.
El término macchiaioli engloba a un grupo de jóvenes pintores e intelectuales que entran en contacto en el entorno académico e intelectual de la Florencia de la segunda mitad del siglo XIX y cuyas inquietudes políticas e intelectuales les convierte en un grupo pictórico que quiere subvertir los convencionalismos artísticos de su época.
La acepción de macchiaioli (manchistas) tenía un carácter peyorativo. Aludía en sentido despectivo, según los críticos del XIX, al carácter matérico esencialista de la pintura de estos jóvenes toscanos. Entre sus principales protagonistas destacan Giovanni Fattori, Silvestro
Lega, Telemaco Signorini, Giuseppe Abbati, Giovanni Boldini o Odoardo
Borrani, todos ellos unidos en torno al crítico y mecenas Diego
Martelli.
La experimentación estética sólo fue uno de los aspectos de este movimiento. La carga intelectual que se esconde tras sus obras se fue gestando en reuniones en el entorno de los cafés, como el conocido caffè Michelangiolo de Florencia, pues la mayoría de ellos mostraba sus inquietudes políticas y sociales. No quería quedarse al margen de la historia ni de lo que acontecía ante sus ojos. Es la época del Risorgimiento italiano, el conocido movimiento independentista que dará lugar a la unificación italiana.
Telemaco Signorini, La sirga, en Le Cascine de Florencia, 1864, Colección Particular, Cortesía de Jea-Luc Baroni Ltd.
Los temas preferidos serán aquellos que retraten, con el mayor verismo posible, las condiciones de vida de la sociedad toscana, pero también la vida de la burguesía italiana a través de deliciosos retratos que muestran la vida cotidiana y los interiores de los que fueron sus mayores mecenas y protectores. En contraste, los miembros más comprometidos del grupo, como Telemaco Signorino, muestran una especial atención hacia la situación laboral de campesinos y obreros, frente a la aparente quietud de la burguesía. Para ello recurren a obras de pequeño formato pero de potentes composiciones en las que la luz juega un papel fundamental. Algunos historiadores hablan de sus cuadros como si se trataran de fotogramas congelados en el tiempo. Este carácter teatral y dramatista macchiaioli influenció a realizadores tan importantes como Luchiano Visconti, que recurrió a las producciones de los manchistas para recrear la Italia del Risorgimiento en su famosa adaptación cinematográfica en 1963 de la novela de Giuseppe Tomasi di Lapedusa El Gatopardo.
de los
En mi opinión, el esfuerzo educativo y la exquisita museografía con la que la Fundación Mapfre concibe este tipo de exposiciones son un gran acierto. Es complicado apostar en tiempos de crisis por una exhibición que descubra al gran público a un grupo artístico tan desconocido en nuestro país, pero a la vez tan fascinante y atractivo. Sin duda es una de las exposiciones más recomendables para este otoño-invierno, con el aliciente añadido de la gratuidad de la entrada.
Telemaco Signorini, Santa Maria de´ Bardi, 1870, Instituto Matteucci,Viareggio.
La experimentación estética sólo fue uno de los aspectos de este movimiento. La carga intelectual que se esconde tras sus obras se fue gestando en reuniones en el entorno de los cafés, como el conocido caffè Michelangiolo de Florencia, pues la mayoría de ellos mostraba sus inquietudes políticas y sociales. No quería quedarse al margen de la historia ni de lo que acontecía ante sus ojos. Es la época del Risorgimiento italiano, el conocido movimiento independentista que dará lugar a la unificación italiana.
Telemaco Signorini, La sirga, en Le Cascine de Florencia, 1864, Colección Particular, Cortesía de Jea-Luc Baroni Ltd.Los temas preferidos serán aquellos que retraten, con el mayor verismo posible, las condiciones de vida de la sociedad toscana, pero también la vida de la burguesía italiana a través de deliciosos retratos que muestran la vida cotidiana y los interiores de los que fueron sus mayores mecenas y protectores. En contraste, los miembros más comprometidos del grupo, como Telemaco Signorino, muestran una especial atención hacia la situación laboral de campesinos y obreros, frente a la aparente quietud de la burguesía. Para ello recurren a obras de pequeño formato pero de potentes composiciones en las que la luz juega un papel fundamental. Algunos historiadores hablan de sus cuadros como si se trataran de fotogramas congelados en el tiempo. Este carácter teatral y dramatista macchiaioli influenció a realizadores tan importantes como Luchiano Visconti, que recurrió a las producciones de los manchistas para recrear la Italia del Risorgimiento en su famosa adaptación cinematográfica en 1963 de la novela de Giuseppe Tomasi di Lapedusa El Gatopardo.
de los
Detalle de una de las salas de la Fundación Mapfre.
En mi opinión, el esfuerzo educativo y la exquisita museografía con la que la Fundación Mapfre concibe este tipo de exposiciones son un gran acierto. Es complicado apostar en tiempos de crisis por una exhibición que descubra al gran público a un grupo artístico tan desconocido en nuestro país, pero a la vez tan fascinante y atractivo. Sin duda es una de las exposiciones más recomendables para este otoño-invierno, con el aliciente añadido de la gratuidad de la entrada.
Modernitos
ResponderEliminarjejeje pero de los buenos!!!
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