Josef Albers: medios mínimos, efecto máximo.

"(...) Me gusta ver y emplear mucho blanco; usarlo cada vez más a menudo. Es el color de las relaciones y de la substancia." Josef Albers.

Imagen de una de las salas de la Fundacion Juan March.

La Fundación Juan March (gracias a la labor de los organizadores Manuel Fontan y María Toledo) acoge en su madrileña sala de exposiciones la primera retrospectiva dedicada a Josef Albers (1887-1976) que se realiza en nuestro país. La muestra reune más de cien obras (171 para ser más exactos) entre las que encontramos pinturas, mobiliario, objetos, fotografías y diverso material documental. 

A decir verdad, ya se ha realizado con anterioridad una muestra dedicada a Josef y Anni Albers y sus conexiones con el arte latinoamericano en el Museo Reina Sofia. Pero la propuesta de la Juan March es la primera retrospectiva a gran escala que abarca desde los primeros trabajos del artista hasta sus últimos homenajes al cuadrado. 

Josef Albers, 1927, Bauhaus.

La selección de pinturas cubre las principales series desarrolladas por Albers, como Variante / Adobe, Constelaciones Estructurales y la célebre Homenaje al cuadrado. Josef fue conocido mundialmente por sus pinturas de cuadrados, pero lo curioso es que no empezó a abordar este asunto hasta la década de los 50, cuando el artista contaba con 62 años. 

Lo que esta exposición permite y promueve es la oportunidad de ver los hermosos desarrollos de su arte anteriores a este momento, durante su etapa de profesor en Alemania, en la archiconocida escuela de la Bauhaus, una época de notable escasez en la que eran tan pobres que no podían permitirse materiales dignos para sus fines artísticos. Cualquier material cotidiano, incluso los que podían encontrar en el vertedero de Weimar, eran elementos suficientes para llevar a cabo su proyecto creativo. 

Josef Albers, Homenaje al cuadrado: Protegido, 1952. The Josef and Anni Albers Foundation.

La exposición explora el proceso de trabajo artístico y la labor pedagógica, teórica y práctica de Josef Albers. Esta perspectiva muestra la evolución de Albers desde sus inicios como alumno y después maestro en la Bauhaus de Weimar y Dessau, docente en el Black Mountain College y, por último, en la Universidad de Yale. Una vida que forma parte indisoluble de dos de los experimentos de enseñanza artística más fascinantes y renovadores del último siglo.

Desde luego no se puede negar que Albers era un hombre de carácter, calificado por algunos como testarudo. Cuando trabajó con el vidrio le dijeron que si seguía con ese medio, no podría permanecer en la Bahaus. Pese a ello organizó su primera exposición con su propia obra en el mencionado material, obteniendo el reconocimiento de aquellos que le amenazaron con la expulsión de la institución. La Sala Juan March nos permite ver su labor como docente en la Bauhaus, sus muebles, sus obras en metal y sus primeras incursiones en la abstracción. 

Josef Albers impartiendo clase en el Black Mountain College, 1949.

El lema de la muestra "medios mínimos, efecto máximo", es casi la vocación vital de Albers, ser el maestro de su técnica y de sus materiales, para poder expresar su tema. Durante los últimos años de su vida la línea y el color fueron los asuntos principales de sus obras, a los que se dedicó de manera casi obsesiva, cuidando hasta el más mínimo detalle a la hora de aplicar el color o determinar las proporciones. En primer lugar, el color es presentado con todas sus voces, su magia y su sutileza, y para presentarlo como es debido, desarrolló el formato de los homenajes al cuadrado a los que denominó sus "bandejas para servir el color". 

Siguiendo el espíritu de Albers a la hora de abordar el proceso creativo, los comisarios de la muestra han desarrollado todo un programa museográfico cuidado al detalle. Con la misma dedicación que el artista, has procurado seleccionar cuidadosamente aquellas obras que mejor muestran la evolución artística de Albers. Lejos de ser una mera relación cronológica de producciones del artista, abordan su proceso creativo desde múltiples facetas, ya sea el uso de materiales pobres convertidos en arte, como su capacidad para abordar diferentes medios expresivos. Todo ello se enfoca hacia la consecución de un mismo objetivo: conseguir un efecto máximo desde la economía de medios.