Eulogio Varela, Prueba de color de la vidriera Resurrección, Blanco y Negro, núm. 936, 10 de abril de 1909, acuarela sobre papel, Museo ABC, Madrid.
En una de las salas del Museo ABC de Madrid se celebra una exposición en la que podemos ver algunas de las mejores obras que el diseñador, ilustrador, pintor y decorador Eulogio Varela realizó para la publicación Blanco y Negro. El Museo atesora gran parte de la producción del desconocido artista gaditano y a través de esta muestra recupera la figura de uno de los grandes impulsores en nuestro país de las corrientes estéticas que arroyaban Europa a principios del siglo XX e inpiración de artistas como Juan Gris o Pablo Picasso.
Eulogio Varela (1868, El Puerto de Santa María, Cádiz - 1955, Cercedilla, Madrid) es probablemente el mejor ejemplo de modernismo madrileño en una línea que entronca con el movimiento Arts & Crafts de William Morris, Walter Crane o John Ruskin y con el movimiento Darmstadt en el intento utópico de aunar arte, artesaníia y diseño.
Varela comienza a formarse en el mundo de las Bellas Artes en Valladolid, ciudad castellana a la que se trasladó su familia. En un primer momento inició sus estudios universitarios en Ciencias Naturales, pero por pronto decide seguir sus impulsos artísticos, que le llevarán a trasladarse a Madrd, donde ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Eulogio Varela, Portada, Blanco y Negro, núm. 558, 11 de enero de 1902, Museo ABC, Madrid.
En el año 1898 comienza a colaborar con la publicación Blanco y Negro convirtiéndose rápidamente en uno de sus artistas de referencia. El idilio llegó a tal punto que Varela fue el artífice general de la revista hasta la llegada de la Guerra Civil. Pero durante este largo período también ejerció la enseñanza en la Escuela de Artes y Oficios y obtuvo la primera medalla en al Exposición Universal de Bellas Artes de 1908 y 1913; también es destacable su aportación teórica con dos obras fundamentales: Temas de composición decorativa, y su obra póstuma, La letra y su teoría constructiva.
Eulogio Varela, La flor de lis, Blanco y Negro, Núm. 452, 20 de diciembre de 1899, tinta y gouache sobre cartulina. ilustración para Luis Royo Villanova, Museo ABC, Madrid.
En lo referente a su estilo, muestra una clara huella del artista checo Alfons Mucha, del art nouveau visto en París y Roma, el prerrafaelismo anglosajón y el estilo de los ilustradores españoles como Alexandre de Riquer, Juan Gris o Emilio Sala.
En mi opinión Varela se muestra más creativo y brillante al adaptar el modernismo catalán y vienés al suyo propio más afín al realismo, costumbrista, anecdótico y narrativo. En estas obras su trazo recuerda en cierto modo a algunas de las composiciones de Gustav Klimt y a la ilustración gráfica annglosajona de rvistas como The Yellow Book o The Savoy; y si hay algo que resalta en sus obras es la presencia de la figura femenina, tratada con un gusto exquisito aunque en ocasiones algo geométrico, que podría asemejarse a las mujeres de José Arija. Por último añadir la influencia obvia de la estampa japonesa y la no tan evidente de lo fantástico, lo exótico y lo esotérico.
Eulogio Varela, El bajel del arte, Blanco y Negro núm. 563, 25 de febrero de 1902, tinta y gouache sobre papel, ilustración para Manuel Reina, Museo ABC, Madrid.
En definitiva, es una exhibición que reúne muchas obras inéditas propiedad del Museo ABC en un afán de recuperar a esta figura fundamental pero relegada a un segundo plano. Es abrumador cómo en tan poco espacio concentran tantísima obra gráfica de Varela. Desde portadas para revistas hasta orlas pasando por tipografías, colofones, monogramas o caligrafías, podemos realizar un recorrido por la fructífera carrera de un artista que no fue un mero copista de Alfons Mucha, sino un creador de lenguajes propios y devorador de tendencias cosmopolitas que supo adaptar a los gustos del Madrid de la época con notable éxito.
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